Fue uno de esos lugares soñados que uno siempre imaginó mil veces pero cuando se conoce no se acerca en lo más mínimo. Toda esa imaginación se vio superada con una realidad totalmente distinta. Obviamente que para bien.


Dicen que uno empieza a viajar ya en el momento que lo va planificando y termina cuando llega a casa. Pero cada vez que recuerdo Egipto, sigo viajando una y otra vez allí. Como si nunca terminara ese viaje.
Luxor fue la segunda parada, luego de Aswan (ver nota anterior) y como les conté en ella, todo lo que visitamos, lo hicimos por nuestra cuenta, sin depender de paquetes turísticos. Por elección personal, siempre prefiero hacer esto, ya que me permite dedicarle el tiempo suficiente para recorrer y tomar fotos de los lugares en el horario ideal.
Si bien Egipto entero es caótico, es fácil planificar el viaje por uno mismo. Es un país muy acostumbrado en su gran mayoría al turismo en los principales centros (es uno de sus principales ingresos) y hay muchísima info en Internet para hacerlo.
Generalmente los paquetes incluyen un crucero por el Nilo de tres o cuatro días que va de Aswan a Luxor (o viceversa), pasando por Edfu y Kon Ombo, pero no era una experiencia que me motivara mucho, ya que eso hace que se le destine poco tiempo a cada parada (un día entero, máximo).
Por eso, después de unos días en Aswan, el tren nos llevaría hacia el próximo destino. No fue necesaria la reserva de pasajes anticipada. Simplemente por ventanilla compramos los mismos que son baratos en cualquier clase que elijas. Por Internet se puede consultar la tabla de horarios: (https://enr.gov.eg/ticketing/public/login.jsf).

También se puede obtener buena información aquí: http://www.seat61.com/Egypt.htm

Desde el hotel nos llevó raudamente un kaleesh (un vehículo tirado por un caballo como taxi) a la estación de trenes de Aswan, luego de una larga negociación con unos taxistas que no llego a buen puerto, terció el dueño del kaleesh que me llego a convencer de su “servicio”.
Teníamos asientos en “primera clase” en el tren. Se imaginarán por qué las comillas. Ahora que me acuerdo fue gracioso. Caminando entre la gente buscando el vagón, señores con gallinas tomadas del cogote, familias enteras con bultos subiendo al tren, vendedores… digno de una escena de Indiana Jones. Y el confort estaba bastante bien, asientos anchos, servicio de venta de refrescos, y … y … nada más. Ah. Me olvidaba… también mucho polvo. Mucho, como en todo Egipto.

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Camino a Luxor en tren desde Aswan

[/fullscreen] Luego de un viaje de unas 3 horas al norte bordeando el Nilo, llegamos a lo que fue Tebas, la vieja capital del Egipto Faraónico en la época de oro.
Nos alojamos en el hotel Iberostar Luxor, el mejor de los que visitamos en ese país. Bien ubicado, sobre la avenida Corniche (lo que sería “costanera” para nosotros), tiene unas hermosas vistas sobre el río, las falucas y unos atardeceres que nunca voy a olvidar.
Varios restaurantes dentro, habitaciones cómodas y limpias (créanme, no es un atributo que se encuentra fácil en Egipto) y una pileta construida directamente sobre el Nilo, como si flotara unida al mismo por una especie de puente.
Alrededor de ella, un bar para disfrutar de las vistas al mismo río o al enorme jardín que lo circunda.

La experiencia de ir caminando al anochecer hacia un restaurant por un barrio apenas alejado del centro de Luxor, en donde se mezcla el movimiento del mercado, los vendedores, el sonido del llamado al rezo, es otro de los buenos recuerdos.
Así visitamos el resto “Sofra”, el cual obtuvimos info del mismo por medio de foros en Intenet. Es como una casa grande, de familia, con varias habitaciones, un patio y una terraza en donde se puede comer bajo una pérgola. Dentro también todo decorado al estilo árabe, muy cálido, con muebles antiguos y variados.
Banco a muerte a los viajeros que les gusta conocer (probar y experimentar) las costumbres del lugar que uno visita. A veces me cuesta llegar a un lugar y no sentirme tentado a ir directo a comer las especialidades de allí.

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Sofra Restaurant en Luxor

Sofra Restaurant en Luxor

[/fullscreen] Las comidas suelen ser algo fuertes en general, muy especiadas y de aromas intensos, pero no son picantes o si lo son, no en exceso.
Probamos cordero y verduras varias servido en cazuela con una base de hierro caliente, acompañado por unas limonadas (el alcohol está restringido a turistas y en hoteles de cadenas internacionales, por cuestiones religiosas). Los precios en general son muy baratos. Realmente lo único caro de ir a Egipto es llegar. Y si uno consigue una buena promoción aérea (que las hay), ni siquiera eso.
En otros lugares como puestos callejeros o en los zocos, también probamos otras comidas típicas, como los clásicos falafels, kebabs, etc que para mí son manjares. Todos exquisitos. Y lo que noté es que todo lo que no es comida típica, lo que diríamos la comida internacional, no me pareció buena. Sobre todo en el hotel pero también fuera de él. Se nos dió por comer de apuro una pizza una noche a última hora y no estaba buena, como ejemplo.
Las visitas
Luxor tiene tantos lugares para visitar, que muchos de ellos quedan fuera del circuito turístico masivo que no los incluye por falta de tiempo.
Entonces los viajeros que visitamos por nuestra cuenta, comúnmente nos encontramos casi solos en ellos. Por el contrario, si pasamos por los templos de Luxor o Karnak en el horario de arribo de los contingentes traídos por los cruceros, podemos tener una experiencia nefasta.
En nuestro caso, preferimos ir a primera hora a Karnak. Los templos abren muy temprano (6 am en este caso) y se aprovechan mejor visitándolos a la apertura o al cierre, por la gente, y por el calor que hace al mediodía.

En este post, nos vamos a centrar en los recorridos de la costa Este (East Bank) del Nilo, que forman parte de la ciudad. En la segunda nota, nos centraremos en la costa Oeste (West Bank).

Templo de Karnak

Llegamos a las 7 am luego de tomar un taxi en el hotel. Recomiendo tomar taxis en general en Egipto. Solo asegúrense de negociar el precio previamente y dejar en claro que es para todos los que lo abordan y no por persona. Son muchas veces pícaros y cuando uno va a pagar, le dicen que el precio arreglado era POR PERSONA. Tengan paciencia también para fijar precio. A veces hasta se pelean entre ellos por subirte a su móvil. Un dato importante, es que a diferencia del templo de Luxor, el de Karnak cierra más temprano (18 hs aproximadamente) ya que a la noche, el acceso se paga aparte para asistir al espectáculo de Luz y Sonido. En dicho evento, se cuenta una historia y se va iluminando de colores el lugar a medida que el relato avanza.
Pagamos en taquilla la entrada. El templo estaba casi vacío cuando arribamos.

La falencia que notamos en la mayoría de los monumentos y museos, es que casi no existe la info sobre lo que se está viendo, incluso en el icónico museo de El Cairo, así que se impone llevar algo impreso, un libro, apuntes o una guía en el celular. Lo que sea.
No voy a entrar en detalles de describir textualmente la parte histórica del mismo, ya que es muy larga e interesante, solamente les dejo varias imágenes de algunas partes. Si quieren profundizar hay mucha información online y al final les recomiendo un libro para leer sobre el tema.

Durante la visita, en un momento, cerca de las 10 am comienzan a llegar los primeros contingentes. Ahí es cuando la cosa se complica para tomar fotos. Por suerte ya había tomado buenas y varias, así que me dedique a disfrutar del lugar.
Realmente es ENORME. Uno imagina todo eso en su esplendor y compara con lo que existe en el mundo moderno, y ahí es cuando se da cuenta de lo magnifico que fue este periodo de la historia y el poder que tuvo esta región del mundo.
Ya cerca del mediodía, volvimos al hotel a descansar en la pileta y aprovechar el agobiante calor (más de 35°C en octubre).
La idea fue evitar el calor del mediodía y volver a salir a la tardecita a visitar el templo de Luxor a partir de las 16 hs. También tenía el múltiple propósito de fotear allí al atardecer y permanecer hasta que anochezca, para poder conocerlo de noche, ya que permanece abierto hasta tarde, cerca de las 20hs (éste no tiene espectáculo de Luz y Sonido)

Algo del recorrido por el templo:

Templo de Luxor

Luego de una tarde de piscina reparadora, partimos hacia Luxor a pie, ya que estaba a escasas cuadras del hotel por la Corniche. En el camino, sorteamos todo tipo de vendedores ambulantes que son realmente insistentes (y agobiantes) a la hora de tratar de hacer su trabajo. La fórmula para evitarlos, es paciencia y las palabras mágicas… – La’a, shukran!  (No, Gracias!)

Como parada adicional y antes de ir al templo, hicimos una breve visita al museo de Luxor.

Es uno de los mas organizados y modernos de todo el país. Si bien no es extenso, las piezas que posee son realmente increíbles. Es muy recomendable su visita, sobre todo porque a diferencia de otros, este sí tiene explicaciones e información sobre lo que se esta viendo.

Vista interior del museo de Luxor – Fuente: http://www.egypttailormade.net

La entrada no resulta cara y sirvió como aperitivo para la visita al templo al cual estábamos yendo.

La foto que ilustra esta visita, la obtuve de otra web, ya que no esta permitido tomar fotos en este (y en todos los museos de Egipto) y soy un profundo defensor de las reglas que se ponen en cada lugar. Así que esta parte no puedo contarles con imágenes lo que vi.

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Camino al Templo de Luxor, pasamos por la puerta del Hilton Winter Palace...

Camino al Templo de Luxor, pasamos por la puerta del Hilton Winter Palace…

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Una vez que llegamos, tuve algunos inconvenientes con el acceso, porque no me dejaban entrar con el trípode (cosa que hasta el momento no había sucedido con otros monumentos). En la taquilla no me avisaron nada, me vendieron la entrada, pero el de seguridad me dijo a su manera, con señas que «tenia que pagar» si quería entrar con el trípode… Sí. Era una pequeña «extorsión», como las hay frecuentemente en los lugares turísticos. Discutí con el buen hombre, y finalmente cuando se dedicó a extorsionar a otros turistas, pasé sin problema. Vale aclarar que SÍ se permite entrar con cámaras y trípodes en los monumentos a cielo abierto.

Ya dentro, la recorrida fue maravillosa. El templo es un poco más chico que el de Karnak (lo cual no dice nada, ya que Luxor es también grande), pero tiene unas columnas y varios recintos que son dignos de ver y recorrer. Y tiene el plus de poder verlo de noche iluminado.

En la entrada principal, se puede ver el obelisco que quedo del par de gemelos «separados». El que no esta más es justamente el que hoy es el centro de la Place de la Concorde, en París.

El complejo de Luxor también tiene la particularidad de tener muy poca información disponible como en Karnak. Muchas veces los mismos cuidadores que están en los templos, se ofrecen a explicarte en un inglés un poco primitivo. Varias veces accedí, obviamente a cambio de «Baksheesh» (propina/caridad) pero la información que te dan es más que básica y hasta a veces, de sentido común.
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Atardecer en el templo de Luxor

Atardecer en el templo de Luxor

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Permanecimos dentro hasta casi el cierre a las 20 hs y de allí al hotel, a cenar y reponer fuerzas para el día siguiente que prometía ser movido. Nuestro destino: el West Bank (margen oeste) del Nilo, en donde se concentran un montón de ruinas, monumentos y tumbas.

Como cierre, les dejo un pequeño video de como se ve de noche el templo de Luxor:

Info adicional y útil:

Horarios de Tumbas y Templos: http://www.cyclejp.com/luxor/SCHEDULE.HTML

Lectura recomendada:

Libro: Todo lo que debe saber sobre el Antiguo Egipto
Autor: Luis González González
Colección: HISTORIA INCÓGNITA
Número de páginas: 542
Edición: 2011
Idioma: Castellano
ISBN: 9788499671772

El próximo post, les muestro como fue la visita al West Bank de Luxor.

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Written by Seba Leonardi
Ingeniero, fotografo y pescador. Viajero cuando puedo.